7.6.10

Amor



Sólo cuando estás tú mi alma va. Si no estás, se detiene para no continuar. ¿Para qué hacerlo? A veces creemos que lo sabemos todo cuando en realidad no sabemos nada, a veces nos sentimos dioses, en las cumbres de la dulzura y de la felicidad, arañando segundos de placer a la vida y saboreando el amor. Pero, ¿quiénes somos?


De todo lo que podría vivir me quedo con esa sensación de bienestar que consigo estando a tu lado, me quedo con esa verdad, me quedo con tu amor.

19.3.09

Felicidad


Nuestra vida es como una pizza. La masa equivale a nuestro cuerpo... el tomate es la hidratación y la alimentación q le debemos dar... el queso es el aspecto externo, que más vale que esté fundido... y teniendo ya lo básico para vivir vamos a añadirle sal a nuestra vida: una pizca de diversión en forma de orégano, un poco de fortuna en forma de bacon, buena salud en forma de pepperoni... imaginación al poder: maíz por abrazos, aceitunas por besos, atún por caricias, salsa barbacoa en forma de amor y felicidad en forma de trocitos de piña. ¡Qué rica pizza! Eso sí, el secreto de la pizza y por ende de todo en esta vida es no dejarla enfriar, mantener por siempre el calor de todos esos ingredientes, saborearlos y disfrutarlos para que podamos vivir felices.

14.3.09

Entrelazados


Haces que todo sea maravilloso, arqueas tus brazos y aprietas tus manos entrelazadas con las mías y dibujas un conjunto de sensaciones preciosas, nuestras pupilas y nuestra piel se relajan por momentos, deseamos sentirnos, escuchamos nuestra voz, cerramos los ojos, nos besamos y nos dejamos llevar por nuestros corazones y nuestros cuerpos: nos amamos de forma inevitable, de forma sobrehumana, y no hay nada ni nadie que sea capaz de detenerlo.

Al igual que un río lleva agua por su caudal, nosotros podemos llevar cariño por nuestra vida.

Cuando ese caudal es tan abrumadoramente fuerte que desvía su cauce no solo lleva agua, sino tierra, rocas y todo lo que encuentre a su camino, de forma inevitable, de forma sobrehumana, no hay presa ni dique que sea capaz de detenerlo.

Cuando ese sentimiento es tan abrumadoramente fuerte que desvía su vida no sólo lleva cariño, sino amistad, confianza, deseo, paz y todo lo que podamos imaginarnos en nuestro camino, de forma inevitable, de forma sobrehumana, y no hay nada ni nadie que sea capaz de detenerlo.

22.1.09


me gustaría apartar la niebla de cada paso que dieras, me gustaría romper tus problemas, calmar tus miedos y colmar tus deseos, quisiera que te quedaras conmigo y enamorarte, quisiera volar contigo para enseñarte otro mundo lejos del que conocemos, un mundo muy lejano al que tardaríamos mucho en llegar para así poder conocerte en el viaje y que todos los días fuesen el primer día, y que todas las miradas fueran la primera mirada, y que todos los besos fueran sinceros como el primer beso. Despierta: estamos en ese mundo ¿Puedes verlo?

29.11.08

humanidad


Es cierto que aunque seamos máquinas tenemos unos efectos animales. Esa forma de oponer y encontrar resistencia que se traduce en las malas caras, disputas, roces, navajazos y guerras en sentido amplio y plural y por ese orden, no es más que la manera que tenemos de vivir aunque sea animal. Mientras nuestros cuerpos funcionan de forma automática es nuestra mente quien nos induce a esos impulsos animales: nacemos con ello, de tal forma que lo salvaje se convierte en natural. Y lejos de todo eso, de lo normal, están algunas personas que gozan de mi más fuerte y sincera admiración. Aquellos que lo hacen todo por otros sin recibir nada a cambio, lejos del beneficio propio y del negocio. Solamente con lo que esos gestos constituyen se define la palabra humanidad.

9.10.08

Vacío



El vacío me posee. De un lado la desgana, que rompe con toda obra previsible, y de otro la pereza, que cansa todas las buenas ideas. Y con las dos aliadas contra mí al borde de la inconsciencia, completamente noqueado por tan duras contrincantes, firme apuesto por la fuerza de la voluntad. Voluntad, vacía voluntad. En tierra de nadie se hace la voluntad del más fuerte. Y hay un punto en el que el vacío retorna voluntad y la voluntad vacío. Sabemos quiénes vencen.

2.10.08

Dolor


¿Sabes qué? Que quisiera no habértelo dicho nunca y tan sólo haberlo pensado. Que tú eres el motivo de mis llantos, de mis aflicciones y de mis tormentos. De mi naufragio. Y lo peor de todo es que no sé nadar.

30.9.08

Locura parcial

Hoy me he levantado tosiendo de remate, y como firme defensor de causas perdidas no tengo futuro. Más me valiera colgarme una capa en ristre a la chepa, dejarla caer sobre mis hombros con un cartelito a lo pobre de mí y pasearme por la Gran Vía con una palma de la mano abierta: sabemos que los héroes son aquellos que luchan primero contra sí mismos para vencer sus propias fechorías en un mundo que al igual que yo está de remate. Tosed, tosed como yo.

22.8.08

Sunbreeze


Hasta ayer podíamos lanzar la mirada hacia el cielo y verla. Podíamos respirar los atardeceres en sus rutas desde su situación. Podíamos acercarnos a nuestros anhelos sobre ella, por encima de las nubes, en la cima del mundo. Podíamos planear contra corrientes hacia una deflexión extrema y ver desde allí montes, lagos, ríos, casas y, sobre todo, horizonte, ese que nunca perderá. Siempre y con todos los md82, vuela, Sunbreeze.

18.6.08

Play


No me lo creo, la causa de la ruptura de una pareja de más de diez años no puede ser la Playstation. Sí, puede ser cierto que el juego nos proporciona esa atmósfera de irrealidad atolondrada que nos hace confundir nuestros anhelos y crea esa competencia tan insidiosa entre ambos cónyuges por el tiempo que pasamos con cada uno. Pero con todo sobre la mano y valorando los estados psicosómaticos y alterados de tu organismo que para bien o para mal son capaces de infundir, esa batalla entre tu consola y tu pareja siempre la ganará tu pareja. La Play te proporciona un universo visible mientras que tu pareja es tu multiespacio visible y tangible: con ella puedes hablar del IPC. Todas las incompatibilidades van surgiendo desde que dos personas se conocen, y el siguiente paso, que se reafirma con el tiempo -ya sean segundos o años-, es hacernos la pregunta de hasta dónde y cuándo podemos llegar a soportar esas diferencias, si son demasiado negativas y si en verdad vinculan a esa separación. Una pareja que no se distancia va tejiendo una tela que en diez años pueder ser una red bastante sólida o una red carcomida por los años tan inmersos en la costumbre: de ahí que cualquier efecto como el de la consola, aunque sólo sea un ápice de lo que realmente hay, pueda conllevar o motivar la ruptura.

1.6.08

Melodía

Siempre hay una melodía para cada momento, única e irrepetible, que se enciende cuando le damos esa importancia que tiene. Hoy quisiera cometer buenas locuras, beber el mundo, exprimir cada pasión sobre el aire terrestre. Porque eso, precisamente eso, nunca volverá a suceder.

12.4.08

Beso de ángel



No me beses, nunca es suficiente para un ángel, es una señal inequívoca de lo que eres y siempre has pretendido ser. No eres virgen por más que desde bien comprimida te hayan enseñado que los ángeles son así de puros, y que te quede bien claro que nada tiene que ver con la pureza. Debiste haberte desencadenado mucho antes de las garras tiranas, la vida es un río que va a parar a la mar y cuando paremos tenemos que saber nadar, y para aprender a nadar hay que ir tanto a escuelas de tiranos como a camas lacónicas. No fue una buena elección beber la perversidad... caíste. Raphaela resistió, si bien pasaba brebajes en oferta al clero nupcial celestial con caviar y ambrosía, y siempre dudó de las verdaderas intenciones de los ángeles tanto blancos como negros. Las antítesis que le fueron mostrando resultaron ser más simbióticas sin embargo conforme a sus propios encuentros por la vida. Y cuando descubrió al mismo malhechor que traicionaba a su propia sangre le dieron ganas de suicidarse, ganó tiempo que fue el que se tarda en morir hasta que alguien la rescató y la llevó a su luz. Fui yo. Tú has visto demasiadas cosas a lo largo de estos siglos, persiste en tu relato visceral.

7.4.08

Miedos

Vivimos ansiando nuestros deseos y esquivando nuestros miedos hasta que nuestros deseos se hacen evitables y nuestros miedos se convierten en deseables. Ese día nos sentiremos vivos porque habremos sido capaces de romper con lo que nos rodea para encontrarnos a nosotros mismos y desearnos, sin miedo.

6.4.08

Diálogo

Dice la razón: Busquemos
la verdad.
Y el corazón: Vanidad.
La verdad ya la tenemos.
La razón: ¡Ay, quién alcanza
la verdad!
El corazón: Vanidad.
La verdad es la esperanza.
Dice la razón: Tú mientes.
Y contesta el corazón:
Quien miente eres tú, razón,
que dices lo que no sientes.
La razón: Jamás podremos
entendernos, corazón.
El corazón: Lo veremos.
A. Machado

1.4.08

Poder


Hastiado del calor, el príncipe lo cogió de la roca sin ninguna dilación. Mientras el musgo recorría su cuerpo, emergía en palabras: refréscate ahora hasta que tomes la zona en que se encuentra mi vigía el ciempiés. Dos moralejas. La primera, que odio: "el poderoso toma lo que desea cuando lo desea y siempre se anda con cuidado". Y la segunda, que me encanta: "por mucho cuidadito que tenga no le va a salvar ni Perry, se lo merece".

30.3.08

Mi actual trabajo


Salvando las adversidades de la hora del fin del contrato, sobre todo, y de los infortunios que la desconfianza siembra en el ambiente, puedo decir bien alto que nunca he tenido ni tendré un trabajo como el que respiro, de un aroma en el que viviría impregnado toda mi vida.

29.3.08

Física


La física nos posee, desde que nos gestamos hasta que morimos, desde que caminamos hasta que volamos, todo es físico. El espacio, lo que tenemos delante, se rige por una serie de leyes físicas inevitables con las que hemos de convivir, toparnos y aprovechar. Algunas no las entendemos o abusamos de ellas, otras nos sirven para mantenernos en pie, desplazarnos, vivir. Hemos creado infinitas realidades inimaginables, continuemos, pues.

28.3.08

Desconfianza

Hace tiempo que pretendía construir una oda a la desconfianza. Aquella que pasa por nuestro lado cuando alguien nos mira y la pura ingenuidad y nuestro bagaje cultural y personal hacen que sintamos lo que la sociedad nos impreca. Aquella que se acerca en forma de labios ajenos y que bebemos pese a no saber si lo volveremos a repetir. Aquella que intentamos desterrar con los nuestros, los que de verdad nos importan, confiando plenamente en que no aparezca por allí y desolando situaciones dispares cuando emerge. Hay personas que la llevan a un grado extremo. No es santo de mi devoción y no hablaré más de ella. Porque para que suceda siempre habrá tiempo, un tiempo que habrás exprimido satisfactoriamente con la confianza. Las más de las veces está repleta de sinrazón.

17.3.08

Normal


Silencio y frío. Mucho frío, con la ventisca de la noche el corazón se queda helado. Ningún ser de sangre caliente queda desguarnecido en este momento, yo ya no lo soy. Permanezco en la hendidura de la muerte escuchando abismalmente su voz una y otra vez, una y otra vez. Pertenezco ya a esa jauría indómita que se hace pasar por normal cuando es de día.

15.3.08

olvidar


Lejos de aquí, en la colina del olvido, él se retiró a pensar. Pasaron muchos días antes de que regresara, y cuando ya nadie pensaba que volvería, cuando ya todos habían comenzado a olvidarle, mostró su gesto. ¿Realmente se puede olvidar?

5.3.08

Infidelidad


Era el día del juicio final para ella. Nerviosa, ante todo un séquito de miradas firmes y amenazantes, no articulaba palabra alguna para contestar a la Verdad, quien se impacientaba a pesar de que su buena amiga la Paciencia le daba unas palmaditas en el hombro. El jurado, pactado y consensuado por la Lógica, politizado por la Justicia, quien presidía tan magna ceremonía y enjuiciaba el veredicto ya calculado de antemano a la vista de los componentes del jurado, estaba compuesto por la Promiscuidad, que estaba ruborizada, el Deseo, sonriente como siempre, la Virtud, acompasada por la realidad, el Amor, en posición beligerante, la Vanidad, indiferente, la Razón, muy cabreada, y la Cordialidad, visiblemente afectada por lo sucedido.En el lado denunciante y acusador se hallaba la Fidelidad sumida en un mar de lágrimas, y su abogada particular, la Verdad, proseguía su discurso ante el jurado:

"(...) todos sabemos que está mal. Ella hizo lo que hizo sin contar con nuestro miembro hoy en el jurado el Amor, debió contar con él, con su aprobación o reprobación, debió inexcusablemente aliarse con la Solidaridad, con la Armonía, con la Salud, con la Emoción, debió vivir a bien con su hermana la Fidelidad, que no merece de ningún modo estar en el estado que se encuentra hoy, triste, melancólica, compungida y dañada en el corazón. Ella rasgó con sus intenciones y sus perversidades las cadenas que sujetaban a la Traición, y por ello debe pagar (...)"

Una multitud de vítores se oía por entre la sala. Conforme exponía sus argumentos la Verdad ganaba adeptos entre el público de la sala que presenciaba el desarrollo del juicio. El público estaba muy repartido ideológicamente, pero no cabía duda de que su gran mayoría estaba con la Verdad. Cuando llegó el turno de defenderse, ella, sin abogado defensor, se levantó del lado contrario del banquillo y subió al estrado para hablar:

"quiero pedir disculpas a mi hermana la Fidelidad que me acusa de algo que no puedo dejar de hacer y que todos ustedes ven mal. No es que no te respete hermana, ¡yo te adoro! Es algo innato en mí, con lo que he nacido y con lo que moriré. Tú naciste de esa forma y yo nací de esta, es así. Y no me gusta hacerte daño pero es algo que siempre va conmigo, que volveré a hacer hasta la saciedad, hasta que mi cuerpo se estremezca de cansancio. Aquí en el jurado hay uno que siempre viene conmigo y no sólo es absuelto siempre sino que además está en el jurado... sí, tú, Deseo, no me mires así, que siempre te salvas por lo maravilloso que eres y todos te quieren contigo... y tú Amor, el más guapo de todos, que también te salvas siempre ¿cuántas veces has venido conmigo de la mano? ¿Cuántas veces hemos ido tú, yo y nuestra amiga la Lujuria que está en el público colorada y callada incapaz de defenderme? Me gustaría, hermana, no hacerte daño, pero si te lo hago quiero que me comprendas. Cuando quieras podemos hablar de ello fuera de aquí y seguro que podemos llegar a un acuerdo."

Y sin más palabras y con el público eufórico y revolucionado, sendos martillazos de la Justicia anunciaron que el juicio quedaba visto para sentencia. Ella, la Infidelidad, fue condenada a infinitos trabajos forzados con la Soledad y a pasar al menos una tarde entera a la semana con su hermana para rendir explicaciones sobre sus eternos actos y que así, juntas y dialogantes, pudieran llegar a entenderse.

4.3.08

Saeta


Sueño que en la profundidad de la soledad, en mi noche desierta del valle nauseabundo de la hojarasca otoñal, en una de las vertientes del abrupto bosque de la conciencia, cierro los ojos. Todo está tan oscuro que apenas puedo vislumbrar un metro delante de mí, el manto de niebla cubre tanto vida como muerte. Y entretanto unos pasos me inquietan, tan débiles que rasgan levemente las hojas caídas, su escaso peso y su lábil agilidad me tranquilizan. Un cervatillo perdido ansía calor, y hay lugares en los que el sigilo lo es todo para conservar la vida. En cuatro movimientos lo cojo entre mis brazos y descubro sin que oponga ninguna resistencia que está herido de muerte: una flecha dorada en su corazón me indica que ella está cerca. Es la diosa de la fecundidad, cazadora, asaeteadora, Ártemis, Diana.

9.12.07

Vida


Despierto. Y una nueva mañana se cierne sobre mi mente. Las nubes descienden a la tierra y me preguntan qué es lo que quiero. No sé qué contestarles y regresan a su mundo. No sin haberme poseído. Mientras cae la tarde y emerge la noche, pienso en qué contestarles al día siguiente. ¿Fantasmas? ¿Extraterrestres? Qué va. La vida misma.

5.12.07

Reo


Reo de tus pestañas
preso de tu voz
como eco en la penumbra
príncipe de tus sueños
me hallo en la prisión de tus
párpados,
saudoso de amor.

25.11.07

Bailemos


(...) porque no hacen falta palabras de más, bailemos. Lejos de la gente quisiera volar, prefiero que dure un segundo mi noche a tu lado a tener que vivir en un mundo prestado sin tardes, sin luna y tan lejos de ti... (...)
Lo cantan Calamaro y Coti.

24.11.07

Del afecto


El Afecto se ponía colorado entre tantas caricias. Estaba volando entre una nube con palabras suaves y puras, viajaba por el cielo con ese gran encantador, guapo y apuesto, el Amor, quien le estaba enamorando. Hasta que se ganó un tortazo en la cara propinado por nada menos que su hermana melliza la Amistad, que se escurrió de entre los brazos de la Pasión para abrir los ojos a su hermano.

7.10.07

carpe diem


Al despertar la mañana la hormiga, en su transitar hacia el desayuno, recia como de costumbre y con sus antenas menos descansadas que otros días, sin apercibir el peligro, se encuentra en su camino de frente con la araña, que se detiene hasta que una de las antenas de la hormiga la golpea emergiendo la alerta física en nuestra débil amiga, que, lejos de escuchar el mensaje de huida de dicha alerta, se queda embobada admirando la perfección del ser que tiene delante. Busca tu comida, hormiga, pero nunca vuelvas a bajar la guardia porque cada momento puede ser el último. Sus antenas se entrecruzaron tras escuchar a la araña y dio media vuelta.
Disfruta del momento. De momento.

3.10.07

justo


No es que sea injusto lo que vemos sino que es justo lo que se nos avecina.
Esto tiene demasiadas interpretaciones pero quedémonos con la de la maldad: somos malos por naturaleza.

31.5.07

magia o tormenta




¿Qué podemos hacer para que nuestro camino por la vida se convierta en polvos de magia y no en relámpagos tormentosos? Vaya pregunta ¿no? No existe la respuesta correcta, pero sí la ecléctica: vivir. Y ¿qué nos decantará el día de hoy tras mirar el cielo?

8.3.07

huella


Nuestro fin es dejar una huella en la que apoyarnos cuando ya no estemos. Que a su vez se apoye en otra. Y así sucesivamente, animalmente, evolutivamente.

22.2.07

distinto



Una vez oí que en la diversidad de situaciones y personas, y de comportamientos y razones dispares radicaba el albedrío libre; ahí más o menos estaba el interés o la magia que permiten que algo sea distinto de algo.
Aunque parezca que el sol siempre salga y se oculte por el mismo sitio, nunca lo hace. De la misma forma se comportan las personas, nunca las ves de la misma forma, siempre te sorprenderán (espero que para bien), y queda claro que ni salen ni se ocultan por el mismo sitio.
Besos

3.2.07

valor

Una vez que me armé de valor y cogí fuerzas de no sé dónde me dije a mí mismo: tú has hecho esto y lo vas a arreglar. Desde entonces pienso con las mismas palabras ante diversas situaciones de los demás.

1.2.07

Así como nuestro camino por la vida no deja de sorprendernos y nuestros anhelos se hacen vacíos por el paso del tiempo, de la fuente de alimentación para mantener sorpresas y felicidad resulta el placer.

31.1.07

no utilizar

El encanto de la mayoría de las personas es sólo utilizado por unos pocos. Y la ofensa gratuita de la mayoría de ellas es utilizada por casi todos.

30.1.07

échale ganas


Una hoja cayendo de su árbol le decía a otra ya caída en el suelo y derrotada por las pisadas de diversos transeúntes: soñaré y viviré, viviré y viviré, porque aún puedo dar más de mí misma.

29.1.07

humedad



Mientras la humedad acecha la respiración, rememoro las horas perdidas. Me adentro en un tren. Me adentro en una jungla densa cargada de especies que vuelan hacia sus intereses sin importarles lo más mínimo nada de los otros, de los demás. Nos hemos habituado a conocer nuestra propia existencia. Hemos aprendido a valernos por nosotros mismos, a ofrecer lo justo y a salvaguardar nuestras propias vidas. Hemos nacido para oponer resistencia y defendernos, defendernos de los demás. Y hoy me he dado cuenta de que somos malos por naturaleza, de que por mucho que ese manto de sociedad nos cubra no somos más que animales sin sentido viviendo en una jungla húmeda y resquebrajada por el óxido de nuestra sinrazón.

14.11.06

pintar

La vida muchas veces es silencio, dolor, promesas, oscuridad, dormir o soñar. Hay otras veces en las que todo eso lo podemos pintar de otro color: el tema está en que tenemos que tener pintura. Para conseguir esa pintura debemos estar en el primer mundo y trabajar para ganarnos una vida en la que nos queden momentos para poder pintarla de otro color más alegre.
Mil besos

6.10.06

dar


En una fiesta de luces. Cuando hay una que se quiere ir, es detenida por la anfitriona, enferma. No te vayas. No tengo nada que hacer. Te equivocas: tú me haces dar luz. Se quedó.

12.9.06

sentir


Una flor se abre y con ella brota la ilusión de mirarnos, de ceder nuestros espacios, de compartir escenas de color y de sentir una vez más en nuestro interior la pasión que realza nuestras vidas.

Mil besos

13.8.06

pecador

Alguien le llamó pecador. El deseo se sintió mal, se ruborizó, se ocultó y pensó. Pensó largo y tendido, inmerso en una depresión sin una duración determinada que concluia cuando ya no aguantaba más y se dejaba ver a la luz del día. Muchos le señalaban, le miraban como a un bicho extraño y algunos le veneraban tanto que le atraían para sí. Y tras volver a unirse con la pasión, alguien que observó sin permiso, con envidia e impotencia el acto le volvió a llamar pecador con argumentos incorrectos, inapropiados e inventados por seres desalmados.

10.8.06

olvidar

Hubo una vez que el corazón lloraba demasiado por culpa del amor, quien le había traicionado con la traición. Tenían por aquel entonces una relación seria, estable y locuaz, próxima y capaz de perdurar, pero se cruzó en sus caminos la pasión más deliciosa que nunca. Ésta les atrajo hacia su terreno y les provocó el placer. Fue corto pero intenso y larga la espera pero deseable, y finalmente ocurrió. Ahora la tristeza les inflige el castigo: olvidar.

5.8.06

felicidad

La pasión desde siempre fue muy promiscua, tanto que ardía ante los deseos de todos y de todas al ser pansexual, como le dijo la razón: de ahí que dudara entre quién sería el auténtico padre de la felicidad. Tenía rasgos de la estabilidad emocional, de la inteligencia, del sexo, de la concordia, de la gratitud, de la dualidad, del desenfreno y del amor, pareciera como si todos hubieran aportado sus genes para su nacimiento, pero su madre insistía en que sólo era hija de un padre: el amor, quien la poseyó, la enamoró y de esa unión nació una niña preciosa, la felicidad. Finalmente la razón tuvo que creerla.

2.8.06

agosto

Una vez en la vida debo encontrar dentro de mí una noche de agosto: mi alma perdida que arroje al mar.

Héroes




28.7.06

Constancia

El joven e imprudente hijo se vanagloriaba de su fuerza al realizar el mismo trabajo antes que el padre sin haber concluido la jornada. Creyó que la juventud le concedería el don de ganar en su particular competición, y lejos de vencer le asaltó el cansancio.
Hoy tengo una virtud que enseñarte, la constancia, que como ves puede ser más vigorosa que la fuerza. A partir de ahora tus héroes morirán para dar paso a tus propias virtudes que tendrás que adquirir porque estás madurando.

26.7.06




Sueño con bañarme en tu sol, impregnarme de tus playas, moverme bajo tu cuerpo y llorar al alba, disfrutar de tus risas, comer de tus pestañas, subir hacia tus labios y rodar por tus nalgas, sueño y sueño con la quietud de la calma reflejada en tu mirada.

18.7.06

prudencia



Y en aquel reino la codicia se pasó de codiciosa y la intención no estuvo de su parte, por lo que el resultado fue una buena intención aunque en su origen fuera mala. La razón fue tajante porque siempre acelera el curso de la codicia y en aquel momento la impulsó hasta cometer el acto. Y la conciencia aunque sabía de las conductas pecaminosas de la codicia, aplicó un salvoconducto en base a un fin y justificando los medios para conseguirlo. La fuerza como siempre también se alió en aquel momento con la codicia, resultando muy útil en un reino en el que sobra el poder. Y la inteligencia igualmente recurrió a lo más positivo y fructífero: unirse a la codicia. Todo iba de perlas hasta que algo se trastocó: la sed de codicia hizo que todo el tinglado se viniera abajo porque apareció por allí mi amiga la prudencia, la misma que hoy me faltó.

(...) Acaso la codicia supere siempre a la prudencia en los consejos de los poderosos. Es posible que el miedo domine siempre sobre la compasión en la mente de un hombre con una espada en la mano. (...)

Ken Follett Los pilares de la tierra

13.7.06

sencillez

Cada recuerdo es un tesoro. Y un tesoro no es material. Hay miradas de segundos, de minutos, inolvidables. Una sonrisa, un gesto y ahí llega otra intención. Acercamiento, lejanía, qué distinto y qué cerca quedan a veces. Hoy quiero recordar su extrema pero delicada sencillez. Porque la sencillez nos hace mostrarnos tal como somos.

justicia

Como cada noche emprendo el vuelo hacia una zona distinta que me traiga añoranzas del pasado y pensamientos de futuro. Me acomodo a una altura que me permita observar sin llamar la atención, y a cada metro que recorro acabo de vislumbrar las riquezas de estas tierras en sus terrenos más desiertos, más oscuros, la flora y la fauna se abren ante mí con bosquejos y sonidos activos pero apagados por el ocaso del sol. Y en los terrenos más coloniados me entrometo por entre sus calles para admirar la fuerza de las raíces humanas en su esfuerzo por descansar y sobrevivir a la mañana siguiente. Joyas de la ingeniería y de la arquitectura se abren paso a mi volátil cuerpo, absorbedor de sabiduría y de cultura humanas. Y como cada día y cada noche y harto de verlo, aparte de bellezas siempre veo el mal: la desgracia acecha aquí y allá, sin justicia las más de las veces. Y sin siempre la justicia ser justa.

12.7.06

satisfacción

Pudieron pasar muchas cosas aquel día. De conseguir la gloria a hundirse en la miseria, o en la realidad. El campo de fútbol en un colegio siempre es ocupado en los recreos por los mayores, los más fuertes, y los pequeños siempre van fuera, en aquel caso a jugar en la arena. Pues como algo insólito un profesor de los mayores que les dejó salir fuera de su horario mientras presenciaba qué hacían por el patio fue a reunirse con la profesora de los pequeños que descansaba y de paso vigilaba cómo jugaban al fútbol en un horario en el que les pertenecía el gran estadio. Y ante la avalancha de peticiones de sus alumnos de ocupar el terreno por la imposibilidad de echar a los críos, acudió a negociar con la profesora una tregua. Y se inició el partido más serio que llegué a conocer. Como íbamos empatados a dos, el profesor al ver que sudábamos la gota gorda y que sus mayores no sólo no nos ganaban sino que estaban tocados, a cinco minutos del final decidió parar el juego y desempatar a penaltis. Perdíamos tres a dos y me tocó tirar el último. Siempre había admirado a unos cuantos tíos multimillonarios pero ases del balón, como Gullit, y desde bien pronto había comenzado a admirar la perfección de un gran lanzamiento a la portería: nunca me gustaron los que cogía el portero, y por contra todos los que iban lejos, pegaditos a los palos, me chiflaban, aunque hubiera veces que por un poco de mala suerte el poste rechazase el balón hacia fuera. Y yo soñaba con tirar y que la pelota rozara el larguero y se colara dentro. No voy a entrar en el tema de quién habría ganado sin penaltis si hubiésemos jugado cinco minutos más, pero sí en si el balón entró o no porque según mis compis y algunos de los otros fue gol por más de un palmo, lo que pasa es que el profesor se quería ir porque era su hora y no era plan de que tiráramos más penaltis; y además ganaban sus niños. Pues fue muy curioso porque estaba como un flan: todos me miraban y contemplaban la carrerilla que cogía, y la de cosas que se me pasaban por la cabeza, miraba menos la portería que a ellos, había un portero que era el doble de grande que yo y me miraba mal pero yo sabía que estaba nervioso y además sabía que no lo iba a parar; no porque estuviera tan seguro de mí mismo, no, sino porque iba a tirarlo tan ajustadito que o entraba o iba fuera, y ahí estaba el salvoconducto y el tema de todo esto, de mi sueño. Y tras un silencio descomunal, pelotazo, golpe al larguero, de ahí al suelo y del suelo a arriba, en mi dirección, por el efecto. El profesor dijo que no fue gol y todos los mayores gritaron y se abrazaron por ganar. Y yo permanecí ajeno a todo eso. En aquel momento conocí la satisfacción de cerca. La besé en los labios pero me rechazó. Y pese a lo que pese y a la insatisfacción de todos los allí presentes al deducir que habíamos perdido, yo conservaba una sonrisa interior y me relamía una y otra vez sintiendo las cosquillas del orgullo. Después todos nos fuimos, y como casi no hablé con nadie daba por hecho que aquel partido lo ganamos. Y dejando a un lado a los que quedaron tristes, puedo asegurar que yo estaba más contento que los propios mayores que ganaron, porque todo se puede enfocar desde distintos puntos de vista, y mi punto fue el más correcto para mí, y el más ilógico de la situación. Creo que si pudiéramos ver lo que pasó tiempo atrás nos reiríamos mucho. En aquel momento al verme desde mi posición privilegiada de adulto de ahora pensaría en lo tonto que había sido por un lado, y por otro me echaría a llorar por haber sido capaz de sacar partido a lo que nadie sacaba ni saca de una derrota: cumplí mi sueño futbolístico.

10.7.06

verdad


Aquel día la verdad fue acallada de un golpe por la fuerza. La pobre fue sangrando por la nariz después de chillar enérgicamente y un gran silencio se hizo para calmar el revuelo después de aparecer la paz, con sus manos abiertas y atrayendo la mirada de todos los allí presentes. Sin mediar palabra había detenido la hemorragia de la verdad con un gesto y la ira interior de la fuerza con otro, y se estaba retirando del lugar rápidamente una vez concluida su misión. Al poco de irse la paz todos los demás estaban haciendo lo mismo, hasta quedar solos la fuerza y la verdad, de nuevo. Pero esta vez lejos de discutir y más lejos de enojarse y soliviantarse, se besaron placenteramente sin dejar ver si allí había sólo amor o sólo placer (porque tanto el amor como el placer se habían ido junto con los demás).
Aunque sea muchas veces triste hay tantas personas que suspiran por la fuerza, y es algo que inexorablemente es verdad.

6.7.06

soledad


La soledad estaba harta de estar sola. Se había dado veinticuatro paseos por el campo, por la montaña y por la playa, había recorrido lugares exquisitos y había experimentado sensaciones alegres y tristes, tristes y alegres, pero lo que envolvía todo ese desplante de capacidad para soñar y navegar se estaba agrietando porque sentía que necesitaba compañía con la que compartir momentos. Ella siempre aducía que su meta consistía en estar tranquila, recorrer mundo, disfrutar, vivir, y qué mejor que sola. Todo le fue muy bien hasta cierto día en el que no pudo más. Después de llorar y llorar como tantas veces había hecho comenzó a hacerse preguntas a sí misma, a su corazón y a su razón, que siempre delimitan lo franqueable de lo infranqueable. Ella se preguntaba por qué habría elegido estar sola, gritaba hacia el cielo llorando y el silencio fue lo que obtuvo por respuesta. El límite siempre lo impuso al adquirir su condición, y fue extremo porque deseó la mayor soledad para recluirse en sí misma, para vivir consigo misma y para disfrutar consigo misma. Y lo más importante es que lo eligió ella. ¿Por qué ahora alentaba al vacío que quería algo distinto? Consultó a sus confesores. Su corazón en aras de la ecuanimidad quiso llevarla a su terreno queriéndola convencer de que su destino sería mejor si todo en ella fuese compartido por los demás. Su razón siguiendo un criterio ecléctico la recomendó que su tarea consistía en estar sola porque de ella misma emanaría su felicidad una vez que comprendiera el significado de para qué había elegido estar sola. Fue en ese momento cuando eligió, sonrió, voló, disfrutó, vivió por fin, porque hasta entonces, a pesar de su buen hacer, no había comprendido por qué se quedaba siempre sola con su soledad.

3.7.06

conocer

Y uno, respiro, y dos, espiro, y repito. Y como el ave que renace comienzo de nuevo a emprender un camino pantanoso para aprender definitivamente el conocimiento, casi nada. Pero de todo.

27.6.06

locura

Si tomamos de un lado la cordura y de otro la locura descubriremos que una pesa más, que es más apetecible porque siempre es imprevisible y resulta menos aburrida, no es lineal, no es banal; es irreverente y en verdad es muy atractiva.

25.6.06

Hoy imaginé que sus manos me cogían de la cintura y me acercaban, que sus labios me miraban y sus ojos me besaban: esta noche imaginé que ella me acompañaba.

23.6.06

pregunta

Te escucho sintiendo esa especial delicadeza que tienes al hablar y me pregunto si te quiero.

22.6.06

manual


Aquel día un joven y reciente amor dejó su manual de uso en una estantería. Se levantó pronto y tras desayunar había consultado solamente el primer capítulo, de cómo llegar a tener éxito y no fracasar en su intento, y los demás los había ojeado en el índice pensando en leerlos más adelante porque no había prisa: algo que había leído en el primer capítulo, y tenía que aplicarlo. Ya sabía de su creciente poder porque en esas páginas le describían al dedillo la cantidad de sentimientos que le envolverían por completo y que se harían notar en el interior y exterior de las personas. Salió a dar una vuelta a ver qué pasaba. Su primera toma de contacto con personas enamoradas resultó ser una experiencia inolvidable, así como la segunda, la tercera y sucesivas en las que se entretuvo toda la mañana de aquel día. Sonriente, extremadamente sensible y con los nervios típicos de haber hecho una hazaña prodigiosa, regresó a su morada feliz por haber sabido hacer el bien a tantos. Mientras descansaba loco de contento le entraron ganas de saber más, de ver hasta dónde podía llegar, de conocer todos los misterios y secretos, en fin, se vio absorto en una inquietante sed de conocimientos que debía saciar para sentirse mejor, y todo ello lo encontraría en su manual. Corrió hacia su estantería dando grandes y seguros pasos hasta llegar a ella, cuando de repente un escalofrío retumbó por su cuerpo: descubrió que se lo habían robado. Y jamás pudo llegar a leer el último capítulo sobre cómo cuidar un amor.

take away my pain


Destierra mi dolor.
Deja el frío ahí fuera donde no nos moleste.
No dejes que nos llueva.
No tropieces con mi orgullo.
Destierra mi dolor.
Ya no me asusta nada.
Quédate conmigo esta noche.
Estoy cansado de esta lucha.
Pronto estaré llamando a tu puerta.

Abres los ojos ante un sol idílico, respiras un aire cargado de humedad y sensibilidad que te refresca por las noches y te sofoca durante los días, maquillas tu cuerpo de un color oscuro poco a poco y enmascaras tu mente con una satisfacción personal, desenredas tu precioso pelo adicto a la sal de su mar y rememoras lo bueno de un amor y lo irreal de otro sin poder controlar que mientras ambos se mezclan en tus costumbres echas de menos a los dos.

21.6.06

traición


Una vez la traición fue llamada ante la razón para que dictara sentencia. Se le culpaba de haber contado con el rencor y los celos, sus cómplices en aquella ocasión, para cometer una de sus fechorías típicas. La acusación particular la constituia el amor, quien en legítima defensa alegaba haber sido traicionado por un superficial subconsciente ardiente de delito, queriéndose referir al deseo, el cual se defendía en el juicio como podía. La razón tan moderadora como siempre arbitró una serie de ponencias por parte de uno y otro bando, incluyendo a los testigos. La traición indicó que no pretendía hacer daño a nadie porque le pareció que todas las partes estaban contentas y felices con lo que sucedía, algo que corroboró la pasión como principal testigo. El amor alegaba que el deseo le había sido infiel y que había hecho un pacto con la traición para desterrarle del mundo para siempre, y presentaba a su principal aliada que atestiguaba sus palabras, que no era otra que la decepción. Para emitir su juicio la razón tuvo que enfrentarse a un terrible dilema: aun sin ser razonable lo que preveía sentenciar, en aquel momento le pareció lo más justo. Aunque todos llevaban parte de verdad en lo que decían, lo que menos le gustó fue que apareciera por allí el rencor. El amor se fue llorando a su casa y la traición fue absuelta así como sus cómplices, y el deseo se fue sonriente de la mano de la pasión.

19.6.06

ave




Desde siempre me he sentido un bicho raro. Nunca me gustó hacer lo que los demás, ni ir donde los demás ni llevar lo que los demás. Puede que sea un ave que vuela quizá a contracorriente, qué sé yo, lo que veo es que los demás las más de las veces llevan una ruta distinta a la mía. Me encanta pasar desapercibido casi siempre pero hay momentos en los que lo evito, tal vez para mostrar mis rarezas o tal vez para mostrarme tal y como soy. Me gusta acariciar el aire como una mariposa cuando bate sus alas enérgicamente y flota con delicada suavidad, me gusta respirar el olor de mi saliva en la piel de mi mano, me gusta mirar a los ojos a alguien que se lo merece, me gusta pensar, me gusta escribir, me gusta volar, volar por encima de todas esas nubes a veces sin perderlas de vista, y si es contigo mejor.

ida y regreso


En un solo suspiro llego adonde quiero. Me concentro, respiro profundamente y emprendo la marcha. Miles de pensamientos se me avienen por la mente, me poseen, me posees. Miles de sentimientos me envuelven entre luces de colores. Hasta que atravieso la estratosfera y corro raudo hacia mi planeta, rodeado de un baño de luces. Y llego. De allí cojo un puñado de tierra que transformo en un halo de vida. Contemplo una escena familiar y retomo el viaje para regresar por el mismo camino que hice. La velocidad aumenta, se me acaba el oxígeno y me obliga a dejar de disfrutar del increíble trayecto. Y sin apenas esfuerzos por querer llegar, retorno a un lugar privilegiado como siempre. Hoy retorno a acallar el Vesubio, y hoy más que nunca me habría gustado hacerlo contigo.

18.6.06

fetiche


Todo el mundo tiene fetiches y a quien no le da por una cosa le da por otra. Y hoy he averiguado que yo tengo uno: al bajar en Alonso Martínez hacia el andén de la línea 10 con dirección Puerta del Sur por el lado prohibido, te encuentras con una escalera de mecanismo automático a la derecha, que siempre tiene peldaños que suben, y una más grande, a la izquierda restante, con la que te tienes que pelear para bajar y que tiene dos tramos de diferentes alturas respecto de la otra escalera. Pues bien, si bajas esa escalera en su primer tramo bien cerca de la derecha podrás ver reflejado en el cristal de la otra escalera tu calzado mientras bajas: a mí me encanta ver cómo se deslizan mis zapatillas en ese primer tramo de escalera.

15.6.06

escape


Casi siempre nuestra forma de volar supone un escape: le hacemos un quiebro a todo cuanto se nos presenta por delante y nos vamos sin caer en la cuenta de que ese trayecto que comenzamos desembocará en otro lugar del cual tengamos que volver a escaparnos. Por eso le aconsejé a una amiga mía que jamás se fíe de un tío que quiere estar con ella mientras tiene a otra ya agarrada: "si la deja por ti, tarde o temprano acabará haciéndote lo mismo".

astenia

La luz del despuntar del sol comienza a cegarme mientras me dirijo a su montaña, en la lejana lejanía del horizonte. Intento volar más bajo pero me pesan más las alas porque calienta más y más y me voy debilitando hasta el punto de caer. Busco un lugar donde permanecer oculto hasta la próxima puesta de sol.

14.6.06

mareas


Enmarañado, oculto entre las mareas de agua efervescente y salada, contemplo un cielo vestido de azul. Unas nubes sin fin me adelantan, llevan prisa, corren sin ser capaces de advertir mi presencia. Y yo, lejos de sentirme amilanado por la lentitud de mis movimientos, soy consciente de que algún día llegaré, mas sin ser visto.

13.6.06

técnica


Y digo yo que en alguna de tantas veces en las que se unieron tuvieron que dar su fruto. Hay muchas veces que es difícil concebir un bebé. El procedimiento es fácil pero el resultado depende de muchos factores y siempre se escapa de nuestras manos. Es lo que de común les pasaba a la fuerza y a la inteligencia: que al unirse disfrutaban al unísono de un sentimiento de potencia y bienestar inmune a cualquier otro poder. Y cada vez que se unían pues brotaban chispas y conseguían su fin siempre porque eran infalibles. Pues bien, en una de tantas lo conseguieron y tuvieron una flamante hija: la técnica.

11.6.06

mar

Su mirada desnuda mis pensamientos y acaricia mis sentimientos. Me trae y me lleva por un mar desierto, sin nada ni nadie, precioso.

muralla


La vida está llena de altibajos, y más altos que bajos, de momentos buenos y malos, más buenos que malos, de costumbres, novedades, sonrisas y lágrimas, más sonrisas que lágrimas, de acercamientos y distancias, más acercamientos que distancias, en fin, de miles de cosas que ver y sentir. El truco para saber aprovechar todo lo expuesto antes, en definitiva viene a ser disfrutar más en la vida, consiste en saber sacar el máximo partido a cada momento vivido siempre y cuando sea bueno, claro. Y todo se puede llevar a cualquier plano de la vida, a cualquier persona, a cualquier hora y en cualquier lugar. Y conseguirlo simpre va a suponer que construyamos nuestra propia muralla de felicidad para resguardarnos dentro de ella de los peligros que nos acechan ahí fuera, y una vez construida habrá que mantenerla, algo más difícil aún pero muy posible; todo, como decía antes, radica en nuestro tacto y capacidad de encajar piezas a modo de ladrillos con los que sujetar nuestra felicidad.

10.6.06

revitalizarse

Siempre hay una vida que pide a gritos revitalizarse. Esto no es nada más que cambiar su forma, su piel, su hábito, su rutina, su gesto. Nada más lejos hacen las plantas, que luchan por acercarse adonde dé más el sol. Nada más lejos hacen los animales al igual que las personas, que pelean como chiquillos por naderías banales. Y todo es para conseguir un fin: una distracción hacia un tiempo que pasa inexorable por entre sus mejillas y pule aquellos rasgos que no desean tener. Y tarde o temprano se pulen, porque el hecho de llegar a entender ciertos comportamientos supone y es el producto de haber vivido. Y tras haberlo vivido hay que revitalizarlo.

8.6.06

¿puedes sentirlo?


En algún lugar suena un violín que produce música, la misma que de forma dulce se asemeja a los sonidos opacos que transmiten los movimientos de sus labios. Ahora mismo no los oigo pero los siento. Y sentir esa melodía me hace entrar en un trance de aire, lo siento a uno y otro lado de mi mirada, su aire me está llenando, me cura y me da vida. Es tiempo de sentir, siempre lo es.

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