31.5.07

magia o tormenta




¿Qué podemos hacer para que nuestro camino por la vida se convierta en polvos de magia y no en relámpagos tormentosos? Vaya pregunta ¿no? No existe la respuesta correcta, pero sí la ecléctica: vivir. Y ¿qué nos decantará el día de hoy tras mirar el cielo?

Comments:
Rubén, guapo, te echamos de menos por el satélite, espero que podamos vernos prontito y tomarnos unas cañitas.
Te regalo un beso y dos y tres,,,:-)
Sonia
 
Que gusto leerte, te desapareces mucho ya vi... pues... mira que tu post me gusto... dice mucho... y yo lo que quiero es aprender a vivir, tu crees? besitos!
 
ok sony, un dia me acerco!!! muac
 
pues sí q me desaparezco!! si es q no paro!! toooodos ya aprendimos a vivir!!! un beso muy fuerte!!!
 
Pues en eso estamos...en vivir...

Pero no siempre es fácil, a veces resulta más cómodo sentarse y dejar que la vida te viva a tí, aunque intento que eso no me pase...hay demasiadas cosas que disfrutar en la vida!!

Bss llenos de vida!!
 
En primer lugar, gracias por tu visita a mi página.

Tus letras tienen algo especial....transmites muy bonito.

Besitos, amenazo con volver.
 
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 
Hace mucho tiempo nació en un planeta de desierto un pequeña niña cuyas letras era su mejor entretención. En sus inicios compartió con otras como de su edad aunque de alguna forma la soledad la miraba disimuladamente, impaciente, acechante como una sombra invencible...
De una u otra forma el lápiz y el papel se fueron convirtiendo en sus únicos y más grandes amigos. A pesar de siempre esperar que los espantapájaros le protegieran de las aves, la pequeña prefería su mundo personal de invenciones; lápices de grafito y hojas blancas, eran sus espadas, Dostoievski, Bierce y Poe eran sus amigos favoritos, pero el temor a las pérdidas la enfrentaría a una irreparable...
Un mal día, el destino arrancó de su querido desierto a esta niña sumiéndola en la más profunda depresión. El color gris del nuevo planeta lo invadía todo, el frío y la lluvia nunca antes vistos amenazaban incluso a sus únicas obras, degradando sus libros, desfigurando sus letras. Durante este periodo la soledad la abrumaba de tal forma, que el aburrimiento y el silencio habitaban en su sombra y la partida de ese ser amado se mostraba en todo su dolor y le propinaba una herida de muerte...
El pequeña se vió obligada a replegarse ante el enorme poder de sus fantasmas. Para evadir esta realidad su mundo de fantasía creció y la protegió cual coraza, sus historias nunca la abandonaron, otras que no le pertenecían tampoco la dejaron sola; El Principito, Juan Salvador Gaviota... varias fueron contadas por su adorada Aida antes de quedar dormida.
A pesar de todo, la herida hecha por el dolor estaba ahí y amenazaba con extenderse y quitar su último aliento, su ángel de la guarda no entendía el padecimiento de su niña en la tierra.
La niña no sabía que existían angeles iguales que ella, para toda persona dos alas... y se preguntaba constantemente, muchas veces sola y en la oscuridad, porqué el suyo la había dejado, a veces trataba de imaginarlo en su soledad.
Tuvo que crecer y regresar a su planeta natal, por sus propios medios y habilidades, para volver a sentir algo de paz en su corazón, pero la herida seguía allí incólume, profunda, eterna. Nunca perdió la esperanza de que su ángel guardian le explicara la razón de dejarla tanto tiempo indefensa, aunque a esta altura sus tan fieles letras estaban perdiendo terreno ante los fríos números y ecuaciones diferenciales.
Hasta que un día el ángel se manifestó en una serie de eventos afortunados y le presentó a una pequeño niño. Ella pudo reconocer de inmediato que al pequeño también le atacaban los mismos enemigos que tuvo que enfrentar cuando pequeña, pero esta vez no dejaría que ellos triunfaran como lo hicieron con ella.
El nueva Princesa tomó a sus letras y comenzó a constriur para el pequeño niño un mundo de fantasía como el que la protegió hace tanto. Dibujos, cartas, colores, espantapájaros, arlequiles nuevamente danzaron, aunque esta vez para salvar al a que a esas alturas ya le había robado el corazón.
Hasta que un buen día lo comprendió todo, su maravillosa infancia le permitió conocer la dicha tan de cerca que jamás permitiría que algo así de dulce otra persona le faltara y de un momento a otro sintió que sus alas durante tantos años le había permitido acumular tanto amor que era la única persona capaz de enfrentar a todos los fantasmas que aquejaban al pequeño príncipe, por fin encontraba un sentido a su vida.
De una u otra forma el pequeño niño la había salvado, -ahora entiendo- dijo un día la que había sido una pequeña, -mi angel guardián nunca me abandonó, sólo que no había nacido cuando yo era una niña, pues se me acaba de presentar ahora-
...Y en forma de secreto sobre las cosas invisibles, había aprendido a soñar con los ojos abiertos...
 
MAS QUE APRENDER A VIVIR EL SECRETO ESTA EN SOÑAR, LOS SUEÑOS NO TIENEN PRECIOS Y CUAN DICHOS NOS VOLVEMOS CUANDO UNO SOLO SE HACE REALIDAD, LOS QUE NO, SON EL PASARTE PARA SEGUIR SOÑANDO... EN NOSOTROS MISMOS ESTA LA FURZA Y EL DON, ESE NIÑO QUE VIVE Y SE CUELA EN NUESTRO INTERIOR COMO SANGRE QUE CORRE POR LAS VENAS...

UN GRANDE ABRAZO,

Principito
"Desde mi principado para el Mundo"
 
Will:

A veces la vida puede ser maravillosa, todo te puede sonreír y todo te puede salir bien, pero otras veces puede ser muy jodida: de ahí que nos intentemos quedar siempre con los primeros momentos para nuestro bien... ya sabes que hay que disfrutar y disfrutar y redisfrutar. Por cierto Will, ¿no tendrás por ahí tu reportaje del 29 de junio? Si lo tienes, mándamelo, quiero leerlo. Besos

Meret:

Gracias por tus palabras, siempre son de agradecer, espero que te sigan gustando y te invito a que sigas leyéndolas. Besos

Reina Raphaela:

Y no es que surgieran polvos de magia en aquel momento sino que la niña se dio cuenta de que los ángeles los tenía por aquí y por allí, a cada paso en su corta y absorbente vida, de que su corazón había sido rociado por un calor angelical y fraternal hacía tiempo del que no había sabido ni querido borrar su recuerdo y del que jamás había conocido ni sentido otro calor igual. Aprendió que su forma de sentir era distinta sobre un ángel que sobre otro, sobre un humano que sobre otro, sobre cualquier ser ante cualquier otro. Comprendió la lección más sonora de su vida: el despertar de la cumbre del hastío, de la decepción, de la sinrazón y del malestar, el deseo se apoderó de ella, abrió sus alas temblorosas de batirse ante lo inesperado, lo oculto, lo prohibido y lo recelado, y voló. Voló hacia el amor, se dio cuenta de que todo se vence, todo pierde y gana importancia, todo lo noquea en un santiamén. Ni su ángel de la guardia, ni su Dios, ni su padre ni su luna ni su fuego, ni sus amigos escritores demonizados por el sarcasmo de lo humano, pudieron mostrarla el camino que debía andar. Y lo está andando... y en forma de secreto sobre las cosas invisibles, había aprendido a soñar con los ojos abiertos...

Principito:

Estoy contigo en que el secreto esté en soñar. Podemos soñar despiertos o dormidos, pero lo importante es tener buenos sueños y materializarlos, y si los materializamos (siempre que sean buenos) ahí caerán ante nosotros los polvos de magia de los que hablamos. Gracias por tus palabras y por tu visita, me pasaré por tu principado. Un abrazo.
 
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