22.8.08
Sunbreeze

Hasta ayer podíamos lanzar la mirada hacia el cielo y verla. Podíamos respirar los atardeceres en sus rutas desde su situación. Podíamos acercarnos a nuestros anhelos sobre ella, por encima de las nubes, en la cima del mundo. Podíamos planear contra corrientes hacia una deflexión extrema y ver desde allí montes, lagos, ríos, casas y, sobre todo, horizonte, ese que nunca perderá. Siempre y con todos los md82, vuela, Sunbreeze.