5.8.06

felicidad

La pasión desde siempre fue muy promiscua, tanto que ardía ante los deseos de todos y de todas al ser pansexual, como le dijo la razón: de ahí que dudara entre quién sería el auténtico padre de la felicidad. Tenía rasgos de la estabilidad emocional, de la inteligencia, del sexo, de la concordia, de la gratitud, de la dualidad, del desenfreno y del amor, pareciera como si todos hubieran aportado sus genes para su nacimiento, pero su madre insistía en que sólo era hija de un padre: el amor, quien la poseyó, la enamoró y de esa unión nació una niña preciosa, la felicidad. Finalmente la razón tuvo que creerla.

Comments:
Hola!!!!!!!
Aqui estoy, a ver a ver........la felicidad, que bonito, pero yo aun la estoy buscando.
Por cierto en tu anterior post.....buffff, HEROES.
Me has dado me encantan, sus letras son icreibles.

Entra despacio
que nadie oiga tus pasos
mientras tanto
si los nervios no traicionan
todo ira bien.
Espero verta mas, yo volvere!!
besitos
 
La pasión desde siempre fue muy promiscua, tanto que ardía ante los deseos de mis cuervos en cautiverio... Le dijo a la razón: La insipiente locura es el auténtica Madre de la felicidad y mis deseos de besar bocas nuevas hacía a las tinieblas huir desde el abismo...
Tenía rasgos de la estabilidad emocional, de la inteligencia, del sexo, de la concordia, de la gratitud, de la dualidad, del desenfreno y del amor, pareciera como si todos hubieran aportado sus genes para su nacimiento, pero su madre insistía en que sólo era un amor producto del miedo...
El amor, quien la poseyó infinitas veces bajo la luna la enamoró al ver sus heridas sabiendo que estaba maldita y de esa unión nació una niña preciosa, la felicidad. Finalmente la razón tuvo que ceder, pero estaba celosa, la locura era quien verdaderamente amaba...
Yo estaba furiosa, bajo mi hermosa capa veía como mis cuervos enloquecían de amor, algunos escribían hermosas letras llenas de herejía, otros traían decorativos cadáveres para desgustar sus finos cuellos, otros escribían hermosas partituras que hacían que mi alma se desnudara sólo por deseo...
Una vez amé a un ángel, la felicidad era nuestra hija en las sombras, mis mejillas eran rosas, mi corazón latía...
Ese ángel de las alas de inti era de cabellos color oro, poseía las letras de Aida, las danzas de Alexandra, pero jamás tuvo el amor de su ángel, es por eso que un títere le cubrió los ojos... Yo observé el espectáculo apreté mis afilados dientes y le dí la espalda, éramos enemigas en la Guerra de las Marejadas... Reí cuando cerró sus laberintos de Alcatena, famoso sería mi Teatro de Las Sombras que gentilmente había cedido para mis ratos de ocio, no nos debemos nada sólo el enamorarnos del mismo ángel... Si no hubiéramos sido compañeras en el trapecio nada de esto hubiera sucedido...
Algunos despistados piensan que Raphaela es mejor escribana que yo, otros que yo soy mejor que el ángel de los actos moribundos...
Ninguna mejor que la otra, es la tregua, por lo menos nuestro maestro de las sombras quiere que ella despierte de su exilio, pero yo soy más vengativa, habiendo tantos ángeles enamorarse del mío ¡No es de amigas! creo que es mejor que duerma un par de siglos... Por lo menos es lo que vilmente le aconsejó esta Princesa de las Sombras.
 
Hola!!!!

Gracias mil por tu visita, tus comentarios, me agradaron, por el simple hecho de que son diferentes, sinceros y espero nos sigamos leyendo, lo que escribi respecto lo que le dijo el a ella, me lo dijo mi novio, es sobre una conversación que tuvimos, lo expuse porque me gusto, tu punto de vista también me agrado, así que muy acertado también el tuyo, como ves si nos seguimos leyendo para ir compartiendo puntos de vista, te parece si me permites visitarte? saludos... besos :)
 
ELOGIO:
Preciosas letras las de Héroes, estoy contigo. Me dejaré ver por tu blog y espero que encuentres esa felicidad!!!
bss

MARELY:
Te seguiré leyendo y me parece muy acertado seguir contrastando opiniones. Siempre serás bienvenida!
bss

LIGEIA:
Hay muchas veces que la pasión es loca pero hay veces que no. La pasión que es cuerda es la auténtica madre de la felicidad. La pasión que es loca es la madre de la lujuria. Y la una no es mejor que la otra porque lo más correcto es que ambas vayan parejas.
Por amor hemos suspirado. Tú desde las tinieblas, en tu rincón del poder que te otorgan tus siete cuervos y tu inmortalidad venerada por tantos, has visto pasar excelsos congéneres y con gracia les has atraído hasta tus labios rojos, has dejado que caigan en tus redes de encajes negros y les has abierto la puerta del deseo después de que quedaran perplejos por tu belleza al admirarte. Has obtenido el sabor del placer de quienes has querido, has limitado las vidas de quienes más has deseado y has desobedecido las máximas que los designios del destino te concedieron. Tu contrincante Raphaela ha hecho desde siempre lo propio, ha desafiado las normas impuestas por el cielo del día, ha caído por fin tras enamorarse al igual que tú, tras participar en tu teatro de las sombras y tras comprobar la escasa resistencia de sus alas del inti. Y os debéis mucho la una a la otra porque vuestra rivalidad es la esencia de la pureza, de lo que una tiene y la otra pretende llegar a conseguir. Es el mismo cuento, cada una por su lado preconiza a los cuatro vientos lo mismo: habéis coincidido en tener un mismo fin, el mismo ángel. No seréis amigas mas tampoco rivales, eso queda muy vulgar. Ella despertará y conocerá tu mundo a fondo porque llegará a tener tu poder. No participará de tus terroríficas escenas sino para juzgar los actos de tu teatro y ningún bufón ni arlequín se mofará jamás de sus hechos ni de su impecable belleza. Tampoco llegará a ser uno de tus cuervos porque no sería lugar para ella, sin desmerecerlos te diré que ella merece mucho más. Y en tal lugar la pondré para que vuestras altanerías queden a un mismo nivel y vuestra energía fluya, os conjugaré para que el odio desaparezca de raíz. Sus escritores malditos serán los tuyos. Sus memorias formarán parte de las tuyas, si lo deseas. Y además tu mundo continuará de la misma forma, no cambiará.

Espero que aceptes el reto reina de la pasión y de la noche, sólo por contemplar tu exuberancia en su estado puro miles de humanos darían su vida y los demonios que me encuentro a cada esquina exhalan antes de morir con renqueantes palabras tu hermoso nombre. Incluso los ángeles que continuamente caen a las profundidades del abismo te tienen en mente: puedo leerles el pensamiento y les dejaré llegar hasta ti para que disfrutes de ellos.
 
Ninómade estaba loco...
En su Castillo del Nosferatu tenía mi alma sólo para castigar a lo que denominaría amor, era indolente, gruñón y en su sueños estaba el ángel... Gemí al ver a mis arlequines moribundos, al ver la perversidad y su gran mofa, sé bien quienes son mis verdugos y Dios ¡cómo les amaba!... Mi corazón empezó a desprenderse de la piel... Alguien habló de suicidio...
Hemingway discutía con Maupassant sobre la dosis, ¡una sobredosis! agregó Quiroga...
¿Por qué Padre? ¿No querías que dos almas tan esqueléticas, fueran tan compatibles?... ¡La guerra ha comenzado!... Y aún estoy desencantada por la desilusión humana... Me disuelvo en el veneno ¡y tú! te empeñaste en verme distinta, no sabes acaso que Alexandra le teme a los infiernos... Si aún me amas, ¿porqué dejas que el legado de Aída, la escribana, engendre a los falsos poetas cubrir mi cruz?, ¿acaso no ves mi mejilla?
¡Este es el fin de la travesía por el laberinto!
... ¡Alcatena! ¡Mazitelli! ¡Temo por el ángel que es humano! ¡Protéjanlo! Que en las noches negras, cuando acaricie mi nombre, no reconozca haberme dejado en la oscuridad…

¡Cassiel! ¡Dime!, ¡háblame!, ¿porqué me dejas así?... Mis demonios comen de mi mente, me atemorizan... ¡Berlín!... tuve vértigos al ver el abismo en nuestras frentes...
¡Alexandra! ¡Aída! Tres monedas de barro...
Ligeia ¡Y su Teatro de las Sombras!... Su séptimo cuervo de oficio…
Atormentada lancé tres monedas, arrojé las vendas de mis ojos y ví el peor de los escenarios, reconocí el rostro de la maldad y le abofeteé la cara...
... Una moneda de barro...
-¡No vayas es una muerte segura!-
¡Sólo es una herida Fedor!
(El ángel de la victoria lee a Raphaela y extrae la última página de su libro).
... Dos monedas de barro...
¡Esta es una de mis obras!...
¡Y hago lo que me plazca!
Los ángeles amortajados fueron levantados por mi orden, mis santos empuñaban sus espadas, los ángeles caídos tienen de escudo mis letras... saborean mis prosas ¡Silencio!
¡La Guerra ha comenzado!

Y Ninómade atemorizado en un primer momento y vacilando, contestó de pleno con serenidad.

-Se han encontrado muchas veces, Raphaela se encarga de custodiar la bienaventuranza de los moribundos mortales mientras que Ligeia crea el deseo y el éxtasis celestial en sus vidas para darles muerte, y en realidad sus misiones están relacionadas porque en el fondo no se llevan demasiado, la una es rubia ¡odio las rubias! La otra es morena con ojos negros perceptiblemente endemoniados, son hijas caídas de uno de los dioses contemporáneos, que yo sepa. Cuando mires sus ojos te darás cuenta de que son iguales, su forma de mirar y expresar, sus gestos, sus hazañas, porque ¡son hermanas!

-¡Hermanas! No puede ser...

Ninómade era Cassiel ¿Hermanos?....
No puede ser... Son la misma persona insiste Raphaela, mientras Ligeia ríe, ríe...
 
Aquí estoy de vuelta para decirte que ya me tome la locura de agregarte a mis blogs favoritos de madrugada, espero no te moleste mi decisión :) saludos :)
 
La felicidad hija tan ansiada...

Besossssssss mil!!
 
No se de donde nació la felicidad, solo se que és efímera como la pasión, complicada como la razón y que cuando la sientes se queda su impronta en tí deseando volverla a alcanzar una y otra vez.

¿Eres feliz?

Besos Rubén!
 
Ah! Me gusta verme entre tus amig@s...

Gracias por ponerme ahí

Bss
 
SPOILED PRINCESS:
Gracias por tu comentario princess!! ;)

RAPHAELA:
Y desde las alturas extraterrestres se podía contemplar cómo se lidiaban batallas entre ellos sin cesar, por esto, por aquello, siguiendo criterios difíciles de juzgar desde mi posición. Luchas individuales, en grupos o incluso en manadas de los unos mientras se preparaban conscientes los otros. De vez en cuando bajaba y me acercaba con el fin de llegar al conocimiento. Sus ritos les intoxicaban, sus esferas o centros del poder les enfrentaban y ellos mismos, como si un cruel prestigitador les hubiera tocado con su varita, se mataban de las formas más inesperadas. La muerte no era el fin de sus hazañas sino el dolor de sus enemigos. Poco importaba del lado del que uno estuviera, tarde o temprano le llegaría su hora. Entretanto ayer visité a lady Ligeia sin que ésta me apercibiera, lo mismo que a los príncipes de las tinieblas Mordad, Segef, Lahatiel, Raziel, Uriel, Ziel y a uno de los reyes de las profundidades, Azael. Les observaba para comprobar su fuerza y me sorprendió que alguno de ellos era demasiado poderoso para ser real; incluso llegaron a detectar mi presencia cercana sin mucho esfuerzo, lo cual aceleró mi marcha de su reino. Por otro lado comprobé igualmente el escaso grado de raciocionio del otro bando al escudriñar los huecos más escondidos del planeta: allí se llevaban a cabo las ejecuciones más impropias y ocultas de castigo de los ángeles. Conocí a Miguel, Gabriel y Damiel por un lado, haciendo uso de una fuerza desmedida. En sus actos vi el horror y descubrí que debajo del día también se escondían tempestades disfrazadas de buenas obras. Por otro lado y más de continuo seguí los pasos a Cassiel, denostado y nauseabundo, perdiendo el juicio y vagando por Berlín. Parece que el espíritu del cielo le había metamorfoseado, su sed de ser humano le llevó a un estado deplorable, el amor no le respaldó a la hora de vencer a lo que él llamaba la realidad. La confusión y el raciocionio conversaron con él mientras lo escuchaba todo.

-¡No puedes ser mortal, el amor no es para los ángeles! Olvidarás a Raphaela y concluirás tu misión. La soledad y las lágrimas darán paso a la justicia y al recto camino. Traigo un mensaje de tu señor -le dijo Baruch, maestro del árbol de la vida, mientras le abría el puño y se lo cerraba al dejarle un sobre.

Cassiel tenía la mirada perdida. No le observó nada, quizá no entendiera nada, o quizá no supiera ni quién le hablaba. Se hayaba inmerso en un misterioso estado insalubre, quizá hechizado, desvitalizado. Sus ganas de vivir eran escasas. Baruch voló y Thagrinus antes de hacerlo soltó su monólogo hacia quien consideraba la justicia.

-Escúchame bien, por favor. La próxima vez que entres en mis aposentos y bebas de mi confusión te mataré. Sabes quién puede ayudarte, yo no -y sin más dilación se perdió por el cielo mientras Cassiel no se había ni percatado de su partida.

Tras un largo rato en el que me acerqué más y más hasta él sin que quisiera verme, se le cayó el sobre y su cuerpo rodó por el suelo. Durmió. Poco a poco todo empezaba a encajar y comenzaba a comprender el porqué de su situación. Me faltaba ver en qué estado se encontraba Raphaela tras su paso por el teatro de las sombras. Escuché a alguien cercano hablar de suicidio... y me sumergí en los laberintos de Alcatena y Mazzitelli. No me costó demasiado encontrarla.


MARELY:
No me molesta, ¿cómo piensas eso? Encantado de figurar en tu blog.
Bss ;)

SÉLAH:
La felicidad es difícil de encontrar pero no es imposible ;)

WILL:
Pues llevas razón, la felicidad es como una droga de la que tenemos mono y la necesitamos. Yo sí soy feliz o intento ser feliz, todos deberíamos sacar o deberíamos intentar conseguir momentos en los que estar a gusto ya sea con nosotros mismos o con los demás. Y cuando estemos bien querrá decir que estaremos felices y seremos felices y comeremos perdices, aunque pobrecitas de ellas. Encantado de que te pasees por aquí y de que figures en la lista, me dio el venazo de ponerte aunque si no estuvieras ahí escrita estarías igual.
Bs
 
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