13.8.06

pecador

Alguien le llamó pecador. El deseo se sintió mal, se ruborizó, se ocultó y pensó. Pensó largo y tendido, inmerso en una depresión sin una duración determinada que concluia cuando ya no aguantaba más y se dejaba ver a la luz del día. Muchos le señalaban, le miraban como a un bicho extraño y algunos le veneraban tanto que le atraían para sí. Y tras volver a unirse con la pasión, alguien que observó sin permiso, con envidia e impotencia el acto le volvió a llamar pecador con argumentos incorrectos, inapropiados e inventados por seres desalmados.

Comments:
Que se curtan los que no aceptan la manera de ser ajena. El mundo es muy grande como para querer contentar a todos.

Muy bueno el blog, voy a venir seguidito!
Beso
 
Las noticias eran desvastadoras... El Poeta no había escuchado mis súplicas... Percibal sabía quien era en realidad el escribano, le reconoció de inmediato al ver sus iniciales en su pecho...
¡Percibal! ¡Iré donde Ligeia! el reloj de arena de Alexandra es preciso,
-¡No vayas! ¡No ves que todos le temen! Oberón codicia tus plumas delgadas, y quiere hacerle una hermosa corona de plata con los hilos del títere que te dió muerte-
Mis plumas las iba soltando una por una para dejar huellas para mi regreso a mis laberintos, tenía que liberar el Poeta, misión encomendada en una noche de concilio...
Habían gélidos pantanos, ni huellas de la Princesa del espanto, sólo que alguién me tocó por la espalda...
¿Quién eres tú? ¿Que haces aquí? le pregunté a una sombra muy educada...
-Soy un corsario, mi proa sucumbió antes la voz melodiosa de una Sirena, péro esta después de depositar todos mis tesoros a sus pies, me besó en la boca, y su saliva tan dulce, hizo en mi ser el Pirata más feliz de las proas emisarias, hoy espero su llamado...
Como cada siglo...
Así en mi camino me entrevisté con demonios, cadáveres y locos ¡Todos felices!...
Allí estaba danzando las melodias del mal, sus ojos eran muy profundos que por unos segundos recordé aquellos trapecios cuando éramos sólo ángeles...
No advirtió mi presencia por que tenía un dolor era muy fuerte, sólo yo le conocía bajo esas escasas vértebras, un escalofrío recorrió mi alma desfallecida, sería posible que hubiera un ser en este mundo con más poder que los reyes del cielo y de los infiernos, que las blasfemia de un amor impío, haya dejado tal secuelas... No podía ser. Mi razón quería actuar desde lo que conocemos Razón, pero su destreza era impresionante, sabía todas las obras clásicas del paganismo, era tan letrada, que por su despiadada belleza su sabiduría había pasado a un tercer plano, conocía las historias de los amantes fatídico a su antojo. Una esquirla de cristal me dibujó el miedo bañado de rojo... El Poeta era ingresado al gran coliseo romano ¡El Teatro de las sombras! que su amante Indio había restaurado para ella, pero que me pertenecía a mí por ser su creadora... Un abogado de su pompa fúnebre concluyó que por ser Ligeia la que más le gustaba, dió a lugar mi alegato...
¿Había vuelto mortal a mi Poeta? No, no puede ser, cerraba los ojos para mis adentros intentando encontrarlo. Cerré mis ojos hasta que, sin saberlo, no podía abrirlos, y comenzó un terrible viaje hacia el teatro, ¡Mi teatro! de los bufones, polichinelas, arlequines custodiado por siete poderosas aves de rapiña que el idiota de Poe le había escrito por deseo, se dibujó en los palcos los imperceptibles humanos un flamante corazón púrpura. En su centro y de la nada sobresalió la más bella aparición terrestre... Allí hizo su aparición el ser de dimensiones perfectas y delicados gestos, de encajes negros y vivaces, sensuales, trasparentes, llenos de energía vital, de labios rojos y aterciopelados, de gran mirada negra absorbente, su femeneidad era única, al otro lado del escenario estaba mi Poeta sostenido por Oberón, sus manos le envolvieron e hicieron que fuera partícipe en el espectáculo, que repentinamente yacía sobre su piel, acariciando el cuerpo de Algenib con una ternura sobrehumana y un tacto desmedido que proclamaba paz y deseo. Le besó enloquecidamente el deseo nos invadía a todos... Yo recordé la noche en que Cassiel me besó por primera vez, y que la palabra Pecado se instauró en mi frente, pero al recordar el sabor de su saliva, gustosa me dejaría desangrar en su alfombra nuevamente... Tras besarnos todos unos en forma verídica y otros en forma onírica desorbitadamente abrí los ojos descubriendo sus colmillos plasmados en sangre de mi Poeta Algenib y su luz no se hizo esperar: toda su furia le hipnotizó para quedarse allí, mientras el teatro se volvía rojo, sus gárgolas que eran de piedra sólo eran sus cuervos tratando de sacarle los ojos... Sin más que mi espada japonesa comencé a lanzar ondas de luz a ambos lados hasta que logré liberar a Algenib de los brazos de Ligeia, pero el estaba tan extasiado con la palabra deseo, que de nuevo cerró sus ojos...
Ligeia se rió en mi cara, pero yo me había reído primero al desearme Ninómade...
Algenib se hallaba en un venerable clímax del que no quiso salir aun pudiendo hacerlo. Experimentando la unión carnal con una de las faraonas de las sombras, que el Egipto Idólatra había depositado a sus ojos profundos... Aún sin abrir los ojos Algenib y algo consciente notó que sus poderes estaban destruídos, pués Ligeia lo había transformado en vil mortal y después de disfrutar enteramente de su alma noble le echaría seguramente a las bestias carroñeras de la noche, y pensaba que aunque tendría sus dudas sobre su procedencia ya todo le daría igual. Tras dejarlo extasiado se retiró hacia sus féretros consciente de que allí seguiría tras su hechizo, abrío sus ojos y regresó la luz del día y ella dormía plácidamente en las penunbras, el cuerpo del Poeta tenía marcas afiladas y mordiscos por todo el cuerpo, había sufrido una increíble transformación en un viaje de poder que hasta entonces no había experimentado. Me apetecía un descanso mi espada tiene el espesor de los Dioses y pesa demasiado...
¡Algenib! ¡Percibal nos espera!...
-¡Raphaela! ¡Tu mirada! ¡Tus ojos!...
¡Nada Algenib!... ¡Estás delirando!...
 
El sentir... dejemos que este se de solito... dejemos disfrutarlo a cuentagotas... aunque me llamen rebelde por ir en contra de todo lo que se me ponga enfrente...me gusta sentirme como me siento y asi sin más me siento libre!!!
 
Hay combinaciones como el deseo y la pasion que van muy bien... Pero para todo siempre hay algo negativo, en este caso yo no lo veo, pero ahi, ese alguien que observo sin permiso es uno de ellos... Y asi, hay uno que observa y juzga (casi siempre mal?) para cada uno de nosotros (Malditos sean)...
Por suerte hago oidos sordos a lo que no me sirve y me sale bastante bien...

Nos vemos!
 
Vaya, qué buen lugar.

Y tú escribes esto?

¿Quién inclina la balanza en lo negativo y lo positivo?

Pecado es una bonita palabra amarrada al amor.

Te dejo besos.
 
pues yo espero que la proxima vez el deseo sepa sonreir y responder: "sí, y que?" ;)
 
Oye Ruben... gracias de nueva cuenta por la canción, me ha ayudado mucho en estos días en que me he sentido mal, por cierto veo que mi amiga "minina" esta aquí, vaya que bueno que se presento aquí ;)
 
¿¿Quién tiene la potestad para juzgar?? Aquel que llama pecador al deseo es porque no puede disfrutarlo.

El deseo y la pasión son lo que mueve nuestra vida, lo que nos da energía para seguir adelante, ¿es pecado sentirlos y disfrutarlos? Entoces cuanto pecador suelto ¿no?

Como con todo, mientras nuestro deseo no haga daño a nadie, ¿por qué hemos de reprimirlo? Por mi parte intento disfrutarlo todo lo que puedo...

Desea, muévete por tu pasión y disfruta!! Muak!!
 
Las noticias eran desvastadoras según la hija de Alcatena... Descendió a los infiernos sólo para llevar la buena nueva para mí y desgracia para ella... El Poeta no había escuchado sus súplicas... Hoy Percibal divulga en el pueblo que al Poeta le ha reconocido...
-¡He visto las iniciales en su pecho!-... ¡Difama!
Pero como soy adicta a la ironía de bufones, me complace su risa hasta los huesos...
Percibal ¡es un títere no menor de una pulgada y posee unos hilos de plata... los relojes se detienen... ¡Estos son mis dominios!... Alguien exclama...

¡Que has hecho Algenib! ¿cureosar en mis vértebras?... pernoctar en mi almohada, beber de mi copa dorada, es que acaso no has visto ¿cuán trémulos quedan.... con mis placeres sencillos?... Sucumben al menor tacto. Pero ¿que has hecho Poeta atrevido? ¡besarme la boca!, ¡Has de saber!... mi saliva es mortífera y mi llamado es perverso...
Gemí por su alma noble, evité ver el rostro del fantasma de la ópera, y del sabor a la blasfemia que a sus melodías danzaba estrepitosamente...

¡Ángel amortajado!, ¿a qué has venido? grité de tanto deleite, en medio de tantos aplausos en medio del palco, los espíritus de los dioses entreabrían las puertas de sus circos romanos... y todos estaban gustosos...

(En el segundo acto la pestilencia, eran cánticos de júbilo para los idiotas... La grandiosa, la intectual de Raphaela había dejado a Shakespeare sin ideas... quería recuperar un alma noble de mis garras)...

Ahora... Me desequilibras con tu espada y quieres que te entregue al Poeta (para los ángeles puros yo era era un apetitoso desastre)...

¡Algenib! ¡Decide ella o yo!...

Algenib no advirtió mi presencia malvada por que tenía un dolor muy fuerte, un escalofrío recorría su alma dulce. Sería posible que hubiera un ser en este mundo con más poder que los reyes del cielo y de los infiernos, que las blasfemia de un amor impío, haya dejado tal secuelas... No podía ser. Su razón quería actuar desde lo que conocemos Razón, pero la destreza de Ligeía era impresionante, sabía todas las obras clásicas del paganismo, era tan letrada, que por su despiadada belleza su sabiduría había pasado a un tercer plano, conocía las historias de los amantes fatídicos a su antojo. Una esquirla de cristal me dibujó el miedo bañado de rojo)... Algenib susurraba...

El Poeta era ingresado al gran coliseo romano ¡El Teatro de las sombras! que mi amante Indio había restaurado para mí me pertenecía, por ser yo su dramaturga...
Un abogado de su pompa fúnebre concluyó que por ser yo la que más le gustaba a mí me pertenecía, Dejando a Raphaela la grande sin alas, ni teatro...
¿Había vuelto mortal a su Poeta? No, no puede ser, cerraba los ojos el ángel para sus adentros intentando encontrar sus versos extraviados... Cerré sus ojos hasta que, sin saberlo, no podía abrirlos, y comenzó un terrible viaje hacia el deseo, se dibujó en los palcos de los imperceptibles humanos un flamante corazón púrpura. En su centro hice mi aparición con una femeneidad única de las Diosas Paganas, al otro lado del escenario estaba el Poeta sostenido por Oberón, sus manos le envolvieron e hicieron que fuera partícipe en el espectáculo... repentinamente estaba sobre su piel, acariciando el cuerpo de Algenib con tal ternura sobrehumana y tacto desmedido. Le besé enloquecidamente el deseo nos invadía a todos... Raphaela recordó la noche en que Cassiel le besó por primera vez, y que la palabra Pecado se instauró en su frente... Tras besarnos todos unos en forma verídica y otros en forma onírica desorbitadamente abrío sus ojos descubriendo mis colmillos Algenib y su luz no se hizo esperar: toda su furia me hipnotizó para quedarse aquí, mientras el teatro se volvía rojo, mis gárgolas que eran de piedra sólo eran mis cuervos tratando de sacarle los ojos... Sin más la espada de Raphaela comenzó a lanzar ondas de luz a ambos lados hasta que logró liberar a Algenib de mis brazos suaves, pero él estaba tan extasiado con la palabra deseo, que de nuevo cerró sus ojos...
Me reí en la cara de Raphaela de Alcatena pero ella se había reído primero al desear a Ninómade...
Algenib se hallaba en un vulnerable estado del que no quiso salir aun pudiendo hacerlo. Experimentando la unión carnal de unas letras escandalosas, que el Egipto Idólatra había depositado a mis ojos profundos... Aún sin abrir los ojos Algenib y algo consciente notó que sus poderes estaban destruídos, pués yo le había transformado en vil mortal y después de disfrutar enteramente de su alma noble le echaría seguramente a las bestias carroñeras de la noche, y pensaba que aunque tendría sus dudas sobre su procedencia ya todo le daría igual. Tras dejarlo extasiado me retiró hacia mis féretros sepulcrales consciente de que allí seguiría tras mi hechizo, abrío sus ojos y regresó la luz del día y yo dormía plácidamente en las penunbras, el cuerpo del Poeta tenía marcas afiladas y mordiscos por todo el cuerpo, había sufrido una increíble transformación en un viaje de poder que hasta entonces no había experimentado en su conciencia... Le apetecía un descanso de brazos y piernas...

-¡Algenib vámos!-
Raphaela lo llevaba en su ginete amordazado (Raphaela INSTUÍA quien era el maravilloso escribano)...

Y yo en las profundidades reía... Reía...
 
Hola Ruben:

Donde andas? no dejes que se llene de basura tu blog que esta tan bien hecho, lo digo por los comentarios anteriores, que volvieron y son spam, un beso y un abrazo muy fuerte :)
 
Bueno amiguito espero que escribas algo pronto besos...
 
esperamos a que escribas
 
A palabras necias oidos sordos.
un beso
 
¿¿Donde estás niño?? Echo de menos tus palabras...
 
ÁRTEMIS SUBLIME:
-Hay razón en tus palabras, a los que no quieran ver a los demás felices allá ellos, la represión es muy potente y más si viene desde la educación temprana, pero está claro que cada uno debe hacer lo que le dé la gana si no se mete con nadie, gracias por tu comentario ;)

SPOILED PRINCESS:
-Gracias Spoiled Princess por seguirme ;)

MARELY:
-Siéntete libre y haz lo que te gusta siempre!! Y encantado de que Minina se haya paseado por aquí. Ahorita borro los comentarios esos espámicos, jeje. Un besete

LULA:
-ok Lula, ¡pero no tiene por qué haber algo negativo en todo! Quien juzgue algo como malo que no haya dañado a nadie ¿por qué tiene que ser malo? Pues oídos sordos y punto. ;)

MININA:
-Te los devuelvo Minina, yo pienso que el pecado no está amarrado al amor porque el amor es demasiado fuerte y lo vencerá siempre, el pecado es un lastre inexistente inventado por algunos. ;)

AY NO SÉ...:
-Pues claro, el deseo siempre y cuando no haga daño (tipo infidelidad) siempre contestará "y qué", así que hemos de animarle. Besos.

WILLOW:
Estoy contigo will, llevas razón como siempre. Yo también te eché de menos, de seguidito iré, un besete!!!!

BLUE PRINCESS Y RAPHAELA:
Gracias por vuestros ánimos para que escriba, ay el trabajo en verano, ay y yo sin vacaciones!!!! Ya llegué!!!!!!! besetes

ELOGIO:
Pues sí, cada uno que disfrute a su manera sin dañar, quien piense algo malo de alguien que no lo ha hecho, allá él. Besete!

LIGEIA Y RAPHAELA (este es para las dos, ya habrá más y continuaré ¿vale?):
Una vez alquien me contó historias sobre los hechizos terrestres, las influencias estelares, las composiciones químicas, las leyes físicas que no se daban en ninguna otra parte y en fin, maravillas de la universalidad y logros de su control por parte de determinados seres. Todo aquello visto desde el espacio suena demasiado raro y lejano, y además tosco y hasta vano. Nadie puede adquirir el poder de la luz si no ha nacido con ella, no hay mayor poder que el de la luminosidad. Me enseñaron a controlar la temperatura de los haces de luz, a gobernarlos, a reunirlos en derredor de mi estela para así poder iluminar los designios del universo. Y así millones y millones de estrellas recorren en su vida los espacios para aprender y enseñar, atacar y defender, controlar y descontrolar, vivir y morir. Y en las hazañas de algunas pocas con vida poco común, aquellas que consiguen hacer grandes viajes interestelares, galácticos o incluso planetarios en una transformación de su masa, radica la gloria según mi maestro. En mi tiempo de vida he conocido lugares dispares, las luces más potentes, los seres más poderosos del universo y los más débiles del universo. Aprendí conceptos de la mano de mi maestro, los más importantes el bien y el mal, la única dualidad de todos los universos que no puede ser reprobada, y en base a su buen hacer me aleccionó acerca de lo justo. Me enseñó la fuerza, aquella que me habría de guiar por encima de cualquier obstáculo hasta más adelante, el poder de la luz blanca y azul, las más enérgicas, y me hizo el alumno aventajado con morada en la constelación de Pegaso.

Un amigo mío mandó un ave terrestre a por mí a este planeta, me rescató y me mandó a Betaphoenicis, allende el Fénix. Mientras me repuse leí el mensaje de mi maestro con vistas a mi misión en la Tierra. Me sentí muy débil. Nunca me había sentido así. Parece que la magia y el poder que tienen algunos seres de este planeta se me habían escapado de las manos. Nunca imaginé que en un planeta tan pequeño y con una vida anexa y dependiente de la propia de una estrella diminuta hubiera seres tan poderosos. Reconozco en parte mi culpabilidad: planteé mi misión sin estudiar a mis enemigos. Mi maestro no nombró ningún enemigo ¡en un planeta como este! La otra parte se adquiere y llega con la madurez y de ahí la intención y el resto de culpabilidad que le sobrevienen a mi maestro, quien no me informó de los distintos seres que pueblan esta tierra. Los ángeles y los demonios están en guerra, hay una raza superior al ser terrestre que campa a sus anchas y se aprovecha del resto, una raza enfrentada por enemistad, orgullo y diferencias, una raza que ha evolucionado hasta la creación de dos ramas iguales pero de distinto físico y apreciación. Los unos han conquistado parte de la tierra y los otros la otra, y entre ambos bandos sobreviven los auténticos seres de este mundo. Lo que domina sobre estas dos razas es un sentimiento expresado por unos cuantos en cada una de ellas, que tienen sus propios personajes que en verdad son más poderosos que el resto, y se llaman dioses, por ahora. Pronto serán historia entre los suyos.
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?