19.5.06

improvisación

Una de tantas veces el deseo discutía con la conciencia sobre aquella extraña restricción. El deseo quería dar rienda suelta a sus impulsos y había llamado ya a sus amigas pasión e imaginación, había quedado con ellas pongamos a las ocho en punto. Tenía preparado su traje de gala para infundir lo que mejor sabía hacer en él y había preparado una fiesta por todo lo alto, queriendo invitar también a la conciencia. Cuando se lo propuso, la conciencia le pegó cuatro gritos y le hizo callar colgándole el teléfono, pero el deseo tenía más que nunca ganas de deseo, y decidió proseguir sin dejar que nadie le aguara la fiesta, pues entre otras invitadas también estaba la razón y le había dicho que no era nada malo. Antes de vestirse para su fiesta, sobre las siete y media, el deseo volvió a llamar a la conciencia. Esta vez no hubo malos modos, el deseo le dijo a la conciencia que si le apetecía se podría pasar cuando quisiera por allí a divertirse, y la conciencia rechazó de nuevo la invitación. Una vez de marcha en la casa del deseo alguien timbró, y tras abrir la puerta el deseo comprobó que era su conciencia: todos han aprobado tus improvisaciones, son magníficas y yo no seré menos -le dijo la conciencia al deseo-. Y se besaron. Y de esa unión emergió el placer.

Comments:
Me ha gustado! Y que cierto es que si la conciencia no aprueba nuestro deseo, nunca hay completo placer...
 
Gracias willow, ay el placer... con la cantidad de placeres que puede haber en el mundo y lo puro que es el de la razón y el corazón... ay q ando melancoooooolicooo
 
Very nice site!
Is there withdrawal from seroquel
 
Publicar un comentario

<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?